Nuestros sabios, de bendita memoria, nos enseñaron que aunque la tarea sea extensa al punto de que no podamos completarla, no estamos exentos de comenzarla, continuarla y perseverar en ella. Por lo tanto, debemos avanzar piedra a piedra hacia la meta final.
En otras palabras, el viaje de mil millas para preservar la herencia de la comunidad judía de Aram Zová comienza con los primeros pasos. Y así lo hicimos hace cuarenta y tres años.
Comenzamos desde cero. Porque el legado de la comunidad judía de Aram Zová nunca había recibido la documentación ni la investigación que merecía, a pesar de ser una comunidad grandiosa con un patrimonio diverso, un mosaico multidisciplinario que ha dejado y sigue dejando una huella impresionante y significativa en todos los ámbitos del pueblo judío a lo largo de las generaciones y en todas sus diásporas.
Desde entonces hasta hoy, hemos recorrido un largo camino, con recursos limitados pero con mucha visión y determinación para avanzar. Con los esfuerzos combinados de un pequeño grupo de personas, tanto de Israel como del extranjero, hemos construido el Centro del Patrimonio Judío de Aram Zová (Alepo), y hoy, gracias a Dios, somos una institución consolidada con un amplio historial de logros que nos permite sentirnos orgullosos de nuestras contribuciones al pueblo judío en Israel y en la diáspora.
¡Lean y juzguen por ustedes mismos!
Esta es nuestra oportunidad más grata para agradecerles a ustedes, nuestros amigos en Israel y en el extranjero, por su contribución financiera, material, moral y espiritual a esta causa. Ustedes son nuestros socios en este éxito; gracias a ustedes existimos, trabajamos y seguimos creciendo.
También queremos expresar nuestro agradecimiento al Ministerio de Educación y Cultura de Israel por su apoyo y acompañamiento en nuestras actividades.
El Centro del Patrimonio Judío de Aram Zová está destinado a todo el pueblo judío, en todas sus comunidades y estratos. Por ello, hacemos un llamado a todos para que contribuyan a continuar esta misión: ya sea mediante apoyo financiero, donación de documentos, certificados, fotografías y objetos patrimoniales, o mediante acciones concretas por esta causa.
¡Qué bendición haber podido iniciar esta misión histórica, tan importante para el pueblo judío! Benditos ustedes que nos han acompañado en este camino, y benditos quienes se unan y seguirán uniéndose a nuestro largo y significativo recorrido.
Y una vez más: no estamos obligados a completar la tarea, pero no podemos renunciar a ella.
Con todo respeto,
La Dirección General
del Centro Mundial del Patrimonio Judío de Aram Zová (Alepo)